Atención a la dependencia
Desde el año 2016, Casa de la Mujer de la Unión desarrolla cursos de formación en atención a la dependencia, dirigidos a personas mayores de edad, con el objetivo de brindar herramientas concretas para su inserción laboral y autonomía económica. Estas formaciones se enmarcan en el Sistema Nacional Integrado de Cuidados y cuentan con certificación oficial del Ministerio de Educación y Cultura.
El curso Atención a la Dependencia te habilita como Asistente Personal en el marco del Sistema Nacional Integrado de Cuidados. El rol consiste en asistir personalmente las actividades de la vida diaria de las personas en situación de dependencia severa (por ejemplo alimentarse, higienizarse, vestirse, movilizarse, trabajo, estudio y recreación, entre otras).
Desde 2020, esta área se lleva adelante en alianza con ACNUR, agencia de Naciones Unidas para los Refugiados, dando continuidad a un trabajo que comenzó en años anteriores junto al INEFOP. A lo largo del tiempo, estos cursos han ido creciendo y diversificándose, tanto en contenidos como en el perfil de las participantes.
En datos:
Desde el 2016 al 2023 inclusive se realizaron 39 cursos.
Son un total de 676 egresados/as = 5 % varones ; 95 % mujeres.
¿Qué es una capacitación en atención a la dependencia?
Es una formación técnica que prepara a las personas para asistir a personas en situación de dependencia –ya sea por edad, enfermedad o discapacidad– en tareas básicas de la vida diaria. Incluye nociones de higiene, movilidad, alimentación, comunicación y cuidado emocional, así como formación en derechos, género y primeros auxilios.
¿Cómo ha cambiado el trabajo con las poblaciones a lo largo de los años?
Inicialmente, estas capacitaciones estaban dirigidas a población uruguaya, pero con el tiempo, y en respuesta a los cambios sociales, el perfil se amplió: hoy muchas personas migrantes que llegan a Uruguay en busca de oportunidades y encuentran en estos cursos un espacio de integración, formación y proyección laboral. El aula se ha transformado en un lugar de encuentro intercultural, donde se comparten experiencias, saberes y desafíos.
¿Cómo es el vínculo con las instituciones donde se hacen las prácticas?
Casa de la Mujer de la Unión realiza cursos de Formación para la Atención a la Dependencia en el marco del Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC), dando continuidad de esta manera a nuestra larga trayectoria en la materia.
Se apunta a una formación que desarrolle las competencias necesarias para desempeñar el rol de la persona que cuida a personas en situación de alta dependencia, tanto en domicilio como a nivel institucional. El objetivo es llevar a la práctica los conocimientos adquiridos en las clases teóricas para calificar a las cuidadoras/es en la tarea de Higiene y Confort y en el relacionamiento, respeto y trato del Adulto Mayor con dependencia.
Realizamos prácticas tanto en el Hospital Piñeyro del Campo, Cottolengo Masculino y Cottolengo Femenino. Actualmente continuamos con una alianza con Cottolengo Masculino y Femenino, en ambas instituciones hemos desarrollado un fuerte vínculo que ha permitido una excelente experiencia en las y los participantes del grupo.
Las prácticas son un espacio de crecimiento, accionar los conocimientos de aula y desafiantes en cuanto a construir un perfil de egreso.
Cuidar es un derecho, una tarea compartida y una base del bienestar social.
El Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC) es una política pública que tiene como objetivo garantizar el derecho de las personas en situación de dependencia (niños/as, personas mayores, personas con discapacidad) a recibir atención y apoyos adecuados para desarrollar una vida digna, autónoma e integrada a la comunidad.
¿Qué entendemos por cuidados?
Son todas las acciones necesarias para que una persona que no puede valerse por sí misma pueda desarrollar sus actividades diarias (higiene, movilidad, alimentación, comunicación, bienestar emocional, entre otras). Los cuidados también implican acompañamiento, afecto y dignidad.
¿A quién está dirigido el SNIC?
- Niños y niñas hasta 12 años.
- Personas con discapacidad.
- Personas mayores de 65 años con pérdida de autonomía.
- También contempla a quienes trabajan como cuidadores y cuidadoras, promoviendo su formación, profesionalización y condiciones laborales.
Principios del Sistema de Cuidados
- Derecho universal: todas las personas en situación de dependencia tienen derecho a los cuidados, sin discriminación.
- Corresponsabilidad: el cuidado no es solo tarea de las mujeres ni de las familias, sino de toda la sociedad. Estado, comunidad, familias y mercado comparten esta responsabilidad.
- Autonomía: se busca que cada persona pueda mantener la mayor independencia posible.
- Equidad de género y generacional: se promueve una distribución más justa de las tareas de cuidado.
- Calidad y accesibilidad: los servicios deben ser adecuados, seguros y cercanos.
Formación y trabajo en cuidados – Formación en Atención a la dependencia
Uno de los pilares del sistema es formar y reconocer a quienes cuidan. El cuidado es un trabajo esencial que requiere habilidades técnicas y humanas, y por eso el sistema promueve:
- Formación básica y continua.
- Certificación de saberes y competencias.
- Mejora de condiciones laborales.
¿Por qué es importante este sistema?
Porque cuidar sostiene la vida.
Porque sin cuidados no hay desarrollo personal, ni equidad, ni economía que funcione.
Porque visibiliza y valora una tarea que históricamente ha recaído de forma desigual sobre las mujeres.
Y porque nos involucra a todos y todas: en algún momento de la vida, todas las personas necesitamos cuidados… y todas cuidamos.
Aspectos clave de la formación:
- Incorporar los derechos humanos, el género y las perspectivas generacionales en todos los módulos temáticos.
- Abordar las dimensiones material, cognitiva, emocional y relacional del cuidado.
- Los docentes deben actuar como facilitadores y guías en el proceso de aprendizaje.
Funciones esperadas del docente:
- Reconocer e incorporar los conocimientos y experiencias previos de los participantes.
- Promover la confianza, la reflexión y la expresión, respetando los ritmos de aprendizaje individuales.
- Fomentar la participación de todos los miembros.
- Estimular el diálogo y el intercambio de ideas, considerando las diferencias para facilitar un aprendizaje significativo.
- Evaluar el proceso de capacitación y los resultados del aprendizaje, proporcionando retroalimentación sobre fortalezas y debilidades.

