Novedades

Violencia de Género

Cuando una mujer es golpeada física o psicológicamente en su círculo más cercano, aparece, como un espejo, la imagen de lo que nuestra sociedad sigue siendo. El rol social que se atribuye a la mujer la convierte en víctima de una violencia específica que, aunque la conocemos por doméstica, es el más evidente ejemplo de Violencia de Género.

Desde esta perspectiva, las características humanas consideradas “femeninas” o “masculinas” son culturalmente aprendidas a través de la socialización, y no adquiridas biológica o “naturalmente” en base al sexo.

Para comprender la existencia de violencia hacia las mujeres, es indispensable conocer y analizar las percepciones y valoraciones que las personas realizan en torno al significado del ser hombre y del ser mujer, y analizar los estereotipos de género existentes, que mantienen un vínculo entre la idea de la superioridad del varón respecto de la mujer y la creencia de que el hombre tiene derecho a utilizar su fuerza física para mantener un dominio y control en el ámbito familiar.

La Casa de la Mujer trabaja desde sus inicios sobre esta temática, en 1987, y el problema sigue vigente.

Educación y Trabajo Protegido

La Casa de la Mujer desarrolla experiencias de educación y trabajo protegido a través de convenios educativo-laborales con diferentes instituciones. Constituyen escenarios educativos que potencian la construcción de ciudadanía a través de una experiencia grupal, un trabajo remunerado y una valorización social. Los y las participantes viven la experiencia como algo muy gratificante que les posibilita reencontrarse con sus fortalezas, demostrar sus capacidades y estimular su autoestima. El trabajo juega un papel crucial sobre la socialización de mujeres y hombres, por lo que se busca incidir en las posibilidades de inserción laboral desde propuestas prácticas de contenido pedagógico. La inserción o reinserción al mundo del trabajo es una de las “rutas” posibles hacia la integración. Quebrar con la lógica del aislamiento implica integrar nuevas oportunidades que promuevan la ciudadanía, de manera que se refuercen no sólo los aspectos vinculados al ingreso, sino también aquellos que refieren a la apropiación y al ejercicio de derechos.

trabajo.jpg

Uruguay Integra

En 2009 un grupo de vecinos de Villa Española se nucleó en torno a la promoción de una alimentación más saludable y nutritiva. La propuesta se enmarcó en el programa Uruguay Integra ejecutado por la Casa de la Mujer y contó con el aval del CCZ 6, la Policlínica Yucatán, la Organización Social Galpón de Corrales y la Secretaría de la Mujer de la Intendencia de Montevideo. El grupo conformó un espacio de crecimiento a través de la reflexión, el cuestionamiento y el redescubrimiento de aptitudes y habilidades.

La temática surgió como consecuencia de la gran cantidad de niñas y niños que en la zona sufren de obesidad, anemias u otros trastornos producidos por una mala alimentación.

“Somos lo que comemos”

En base a una propuesta realizada desde el ámbito de la policlínica de Villa Española, acordamos trabajar educativamente con padres y madres en la promoción de una alimentación y una dieta saludables de bebés, niñas y niños, y por consecuencia de toda la familia. La propuesta surge a partir de la comprobación diaria, a la interna de la clínica, de la existencia de enfermedades derivadas de una mala alimentación.

Entre actividades recreativas y de integración como festejos de cumpleaños y de fin de año, el grupo de Uruguay Integra transitó talleres de nutrición, cocina, huerta, informática, salud sexual y reproductiva, adicciones, adolescencia, familia, artesanías... El grupo salió de la sede para acercarse al barrio en actividades como “La Barriada”: convocatoria a vecinas y vecinos a un taller sobre adicciones, una problemática que preocupa a la zona. También se acercaron al grupo diferentes actores sociales e institucionales.

La conformación grupal, la interacción y la comunicación entre las y los participantes fue la base de nuestro trabajo. Consideramos que la construcción de algún sentido de pertenencia y real involucramiento es lo que propicia no sólo la consecución de metas grupales sino también los pasos que sus integrantes den para avanzar y modificar sus situaciones personales.

Lista de Programas de Educación y Trabajo Protegido

BARRIDO OTOÑAL

El programa Barrido Otoñal se propone contribuir a mejorar la inserción social y laboral de mujeres jefas de hogar en condiciones de pobreza, mediante estrategias educativas que promuevan el desarrollo de competencias personales y sociales para ampliar sus oportunidades de generar ingresos propios. Las mujeres deben ser mayores de 18 años, con nula o escasa experiencia laboral formal, con nivel de educación que no supere el ciclo básico.
Las tareas previstas son el barrido de cordones, veredas, entorno de árboles y contenedores y limpieza de papeleras de las zonas asignadas. La experiencia aporta un trabajo remunerado, en el marco de un acompañamiento personal y grupal para fomentar la apropiación de derechos, la resolución de problemas y la toma de decisiones en forma autónoma en una perspectiva activa de la ciudadanía.

LIMPIEZA DE COMUNALES Y BIBLIOTECAS MUNICIPALES

La propuesta educativo-laboral se instrumenta a partir de dos ejes: por un lado, en base a un módulo de formación social y personal que incorpora orientación laboral y técnicas para la búsqueda de empleo, y por otro, a partir de un módulo de nivelación llamado “Reencuentro con el Aprendizaje”, con un componente de capacitación de las herramientas informáticas. La propuesta está dirigida a jóvenes de ambos sexos entre 18 y 29 años con escasa experiencia laboral, bajo nivel educativo y pertenecientes a sectores de extrema pobreza. La tarea integra labores de limpieza en locales municipales durante el transcurso de un año, con una carga horaria de 4 horas de trabajo diarias de lunes a viernes y 5 horas semanales de capacitación.

URUGUAY TRABAJA

La Casa de la Mujer participa del programa Uruguay Trabaja del Plan de Equidad del Mides, que brinda la posibilidad de realizar tareas de valor comunitario por un período de hasta 8 meses. Pueden presentarse al llamado mujeres y varones de entre 18 y 65 años en situación de vulnerabilidad socioeconómica, que no posean trabajo formal hace más de 2 años y que no posean el ciclo básico aprobado.
El programa sociolaboral (con 4 días semanales dedicados al trabajo y uno a la capacitación) amplía oportunidades educativas y promueve el desarrollo de estrategias personales y sociales para la construcción de rutas de salida.

Vida con Proyectos

Vida con proyectos fue puesto en práctica por la Casa de la Mujer durante 2009 en base a un proyecto conjunto entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y Proimujer de Inefop. El programa apuntó a mujeres jóvenes con hijos chicos como forma de promover Vidas con proyectos y se planteó como un espacio anterior a los cursos de capacitación (también brindados en la Casa de la Mujer) para aquellas madres que no lograrían sostener esos cursos sin un primer acercamiento a nuevas experiencias: separarse y confiar al hijo a otro adulto para tomarse el tiempo de pensar en su proyecto propio. Luego de las deserciones de las primeras reuniones, el grupo de Vida con proyectos de la Casa de la Mujer quedó conformado por un grupo de 9 mujeres que transitaron todo el proceso.

Vida con proyectos empieza y termina con “El camino y yo”, una actividad que funciona como hilo conductor de todo el proceso de aprendizaje y que permite registrar los autodescubrimientos que se rescatan del proceso. Un regalo que llega al comienzo del proceso servirá para contener los aprendizajes: una caja y su correspondiente tapa. El camino está atravesado por un tiempo, un espacio y un soporte lúdico que promueven la reflexión personal, lo que permite a su vez conectarse con el mundo interno y fomentar la capacidad de cada uno de historizarse.

Vida con proyectos se conjuga a través de cinco módulos: Punto de partida, Objetivos, metas y estrategias, Plan de acción, Implementación y seguimiento, Evaluación y nuevo punto de partida. Al finalizar el proceso, las participantes, en una mirada retrospectiva, analizan lo que ha sido el camino. Esa mirada crítica implica reconocer aciertos y dificultades, a la vez que reflexionar sobre la apropiación y ejercitación de las competencias en base a una perspectiva de género. Las participantes retoman las oportunidades existentes en el entorno local que les permiten elaborar nuevos proyectos de crecimiento personal, educativo, laboral y de ejercicio de sus derechos. El objetivo es que las participantes vean qué herramientas adquiridas les posibilitarán establecer nuevos proyectos, y que se embarquen en esa tarea.

Este primer proyecto permitió generar aprendizajes que han sido recogidos en experiencias posteriores, como el curso de Ayudante de Cocina con madres durante 2014. Una conclusión a la que se llega es que el potencial es mayor en los grupos heterogéneos, donde las integrantes pueden apoyarse mutuamente, que cuando todas las participantes atraviesan la misma situación de vulnerabilidad y carencia de redes de apoyo.

Capacitación a Emprendedores y Emprendedoras

En 2013 la Casa de la Mujer desarrolló junto a Emprende una línea de trabajo de capacitación a feriantes, una población postergada que demuestra gran interés en aprender y capacitarse para mejorar sus emprendimientos.

A través de módulos sobre marketing, atención al cliente, gestión integral de la empresa, formalización de la empresa, registro contable, marco jurídico empresarial, comercialización, técnicas de ventas y transversalización de la perspectiva de género, feriantes de diferentes localidades (Toledo, Canelones, Suárez y Ciudad de la Costa) destacan la consolidación de un proceso contable que les permite planificar y administrar mejor su negocio, calcular el porcentaje de ganancia, visualizar costos que antes no tomaban en cuenta, mejorar las ventas, cambiar la actitud hacia los clientes, desarrollar estrategias de marketing, sentirse más seguros en su tarea.

Los cursos, además de los aprendizajes concretos, aportan un espacio de encuentro y socialización para generar estrategias colectivas, por ejemplo de compra de mercadería para mejorar el margen de ganancia.

Lista de cursos habituales

El Centro de Capacitación Equidad de la Casa de la Mujer de la Unión brinda cursos de formación para el empleo a grupos de jóvenes y grupos de adultos, mujeres y varones, en convenio con Organismos Nacionales tales como:

  • Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP)
  • Intendencia de Montevideo (IM)
  • Ministerio de Desarrollo Social (MIDES)

Está inscripto como Institución educativa en el Ministerio de Educación y Cultura y como Entidad de Capacitación en el Registro Único de Entidades de Capacitación, quedando habilitado para trabajar en proyectos asociados con organismos públicos y privados.

Los objetivos de la capacitación son:

Desarrollar habilidades específicas, destrezas y competencias transversales de las y los participantes para facilitar el ingreso y permanencia en el mercado de trabajo, estableciendo instancias de formación en empresas de cada rubro ocupacional.

Las áreas de capacitación se definen buscando flexibilizar los estereotipos de género y en función de:

  • La demanda del mercado.
  • Los intereses de los y las postulantes.
  • Las oportunidades de innovación.
  • El desarrollo de áreas no tradicionales.

Propuestas de Capacitación para el Trabajo

Desde 1993, la Casa de la Mujer brinda cursos de inserción laboral desde un enfoque multidisciplinario. En los cursos se presenta información y orientación sobre el mercado educativo y de trabajo que despliega una diversidad de alternativas, sus exigencias y posibilidades. La información se presenta libre de estereotipos que encasillen los trabajos como femeninos o masculinos e instrumenta la búsqueda y/o generación de trabajo.

La apuesta a desarrollar mecanismos de generación de ingresos para quienes son excluidos del mercado laboral, tanto jóvenes como adultos, no sólo brinda a los participantes las herramientas para disponer de recursos económicos que sustenten sus necesidades básicas, sino que fortalece personalidades y relaciones sociales, a la vez que potencia cualidades y la construcción de autonomías reales.

Las propuestas de capacitación laboral están estructuradas con módulos teórico-prácticos, y poseen, como uno de los pilares de la formación, la realización de una práctica no remunerada en el espacio de trabajo concreto (empresa). A su vez, se realiza un trabajo transversal desde una perspectiva de género, ya que los conceptos de hombre y mujer que reproducimos nos condicionan a todos en nuestras proyecciones y en nuestras relaciones con el entorno tanto social y afectivo como laboral.

La Casa de la Mujer ha apostado fuertemente a la capacitación de mujeres en rubros tradicionalmente masculinos (albañilería, instalación y monitoreo de alarmas) y de varones en rubros tradicionalmente femeninos (cuidado de enfermos) en el entendido de que no existen rubros ocupacionales determinados por el sexo, sino que parten de una asignación cultural. El objetivo de incluir rubros no tradicionales tanto para mujeres como para varones es el de contribuir a ampliar las oportunidades laborales a la vez que apuntar a la equidad laboral y a la equidad de género.

cursos.jpg

Construyendo Caminos

Desde 2011, la Casa de la Mujer de la Unión, en convenio con Inefop y en articulación con el área de Inserción Social de la Junta Nacional de Drogas, está llevando adelante el programa “Construyendo Caminos”.

La propuesta se propone facilitar la inserción socio/educativa/laboral de jóvenes que se encuentran realizando tratamiento por uso problemático de drogas. Durante el programa, se brindan herramientas que promuevan su autonomía y que posibilitan su inclusión y permanencia en las diferentes opciones de re inserción laboral o educativa que proyecten.

La modalidad que se practica es la de talleres que abordan diferentes aspectos como la identidad juvenil, la expresión artística, las herramientas informáticas y de capacitación laboral, que son encaradas desde un enfoque lúdico, dinámico y participativo.

Los jóvenes participantes reciben un acompañamiento de técnicos con formación y experiencia en la temática (referentes educativo-laborales) quienes realizan un seguimiento personalizado y de acercamiento a las familias y los barrios de los jóvenes, al mismo tiempo que coordinan con los centros de tratamiento de donde son derivados.

No se trata de un tratamiento específicamente sobre la adicción, sino de un trabajo que refuerza aquellos aspectos personales que posibilitan caminos de reinclusión en los distintos ámbitos de la sociedad. Se trabajan los límites, las normas, las frustraciones, los tiempos, la identidad y el proyecto personal.
El apoyo familiar se torna clave en este proceso. Por esto, se trabaja además en talleres con las familias, de forma de profundizar los logros de Construyendo caminos y potenciar sus alcances luego de que los talleres finalicen.

Los propios jóvenes pusieron nombre al proyecto en sus inicios: Construyendo caminos quedó denominado, cuando todavía era un programa piloto, tras una asamblea en la que los jóvenes argumentaron que la idea no es construir un solo camino, sino varios. Los diferentes caminos que cada uno y cada una construya a partir de su historia, sus fortalezas internas y las redes que irá redescubriendo.

construyendo_caminos.jpg

Apuesta Joven

El Centro Juvenil Apuesta Joven funciona desde el año 2000 y actualmente está dirigido a adolescentes varones y mujeres de 12 a 17 años del barrio Villa Española. La finalidad es promover la inserción social y educativa de adolescentes que han experimentado situaciones complejas en sus procesos de socialización.

En Villa Española, y a pesar de su pasaje por la escuela, muchos adolescentes no logran acceder a la lectoescritura y el cálculo, por lo que requieren estrategias educativas más personalizadas y motivadoras. El bajo nivel educativo de los adultos referentes que configura el clima educativo del hogar y la precariedad de las condiciones con que ingresan al mercado laboral, sumadas a otras de índole socioeconómica, derivan en situaciones de exclusión social que es necesario revertir.

Por tanto, en el Centro se trabaja sobre la definición de proyectos de vida que favorezcan la autonomía y desarrollo personal de los y las jóvenes y adolescentes: se potencia su capacidad de iniciativa autónoma y su nivel de autoestima, se propician vínculos saludables con sus pares, se reconocen y ejercitan sus derechos ciudadanos y se propone un reencuentro con el aprendizaje que incluye herramientas informáticas. Semanalmente, los y las adolescentes participan de talleres de Reencuentro con el aprendizaje, Seguimiento educativo, Educación física, Expresión plástica y visual, Expresión corporal y danza, Informática, Cocina y Percusión.

Sin perder el foco de un trabajo integral que pone énfasis en los y las adolescentes, el rol social del centro juvenil se entiende en relación a dos niveles: se trabaja en forma directa con las familias de los y las adolescentes del centro y se construyen espacios de participación local de intercambio y construcción colectiva.

apuesta_joven.jpg